No puedo
evitar extrañarlo, ni siquiera puedo evitar quererlo. Un vacío demasiado grande
recorre mi pecho. Su falta. La siento tan aquí dentro, que parecería que podría
romperme en mil pedazos con tan solo una ráfaga de viento. Por qué le quiero
tanto. No puedo saberlo. Pero sé que cuando me abraza, me aprieta contra su
pecho y me acaricia, siento como si no hubiese mejor lugar en el mundo para
poder estar y que estaría allí, toda mi vida, toda una vida. Allí en sus brazos
siento paz. Siento amor. Siento fragilidad. Y quizás también un poco de
tristeza. Me controla. No puedo evitarlo, él controla mis emociones. Es mi
debilidad. No tengo orgullo cuando sus ojos se cruzan con los míos. No tengo
nada,tan solo miedo. Miedo de que se aleje y no poder sentir nuevamente el calor. Miedo de volver a sentir frío. Solo quiero quererlo. Solo quiero que me
quiera. Solo quiero acabar con esta desesperación.