miércoles, 26 de diciembre de 2012

I was made for loving you.

Te escribiría amor tantas veces como pudiese.
Y gritaría incluso todo lo que fuera capaz.
Negaría si me preguntasen.
Pero a su vez, rompería cada pequeña prohibición.
En secreto te amaría.
Y jamás te soltaría.
Puesto que pase lo que pase.
Tarde o temprano.
Lo nuestro florecerá.
Y nuestro amor nos rebalsará. 
Y nos matará.
Porque nadie puede parar al amor.
Nadie puede parar lo que entre nosotros hay.


lunes, 24 de diciembre de 2012

Wicked game II.

La conmoción de lo que había ocurrido el otro día aun la tenía algo presa, puesto que no sabía muy bien que había pasado y aquello la perturbaba lo suficiente como para quedarse pensando, horas y horas. Sentía como si aquello hubiese sido un sueño, pero no, sabía que lo había vivido, que lo había sentido. O al menos, eso quería creer. A la vez que divagaba entre sus pensamientos, caminaba nuevamente hacia la casa de André. Hoy por la noche volverían a reunirse, tal y como habían hecho la semana pasada. Al llegar, Wendy y Norah pasaron primeramente, Wendy como no iría a buscar al hermano de Annie, mientras que Norah iría a buscar a André. Annie al entrar, se topó con Liam. Ambos intercambiaron una rápida mirada y acto seguido, este cerró la puerta y ella se apresuró a entrar en la casa, saludando a sus amigos y a su hermano, poniéndose al instante, todos a beber y a escuchar música, como solían hacer cada vez que se reunían. Como siempre, Norah se encontraba sentada sobre André, besándose o murmurándose cosas al oído, mientras que Wendy miraba al hermano de Annie con cara de enamorada y él, la miraba más bien sin interés. Annie sentía la mirada fija de Liam en su espalda, lo cual era bastante molesto y agobiante, parecía que estaba esperando su reacción, aun que ella no entendía muy bien que era exactamente lo que esperaba que hiciera o dijera. Desde el otro día a penas habían hablado, quizás un hola o adiós, pero poco más.
Tras varias botellas de cervezas abiertas y bebidas cada una hasta que en esta no quedaba nada, acabaron por quedarse sin alcohol, por lo que Ryan y Wendy, pensaron en ir a comprar, para así poder seguir con la noche. Aun que era algo tarde, exactamente las cuatro de la madrugada, ambos supusieron que encontrarían algo abierto, aun que lo que era obvio era que buscaban estar a solas, o más bien, ella buscaba estar a solas con él. Luego de darles el dinero, salieron por la puerta y se perdieron en el pasillo de la casa de André.
Annie, ya sintiéndose acalorada, se escabulló al baño. Al entrar, cerró la puerta tras sí con delicadeza y se observo ante el espejo. Sus mejillas se encontraban ligeramente coloradas, lo cual significaba que el alcohol había comenzado a hacer mella en ella. Se quedó mirándose un largo rato, pensando en cómo hacer para preguntarle qué había pasado el otro día a Liam, pero, ¿y si solo había sido un sueño o imagen suya? Quedaría como una loca y no quería eso. En un vistazo rápido vio como se giraba el picaporte y se sobresaltó, metiéndose con rapidez en la ducha y corriendo la cortina apresuradamente, colocándose contra la pared y permaneciendo en silencio. La puerta del baño se abrió y entonces, se sintió estúpida. Estaba en la casa de uno de sus amigos y solo se encontraban sus amigos en el lugar, ¿por qué iba a esconderse de ellos? Se dispuso a salir cuando de pronto escuchó la voz de Liam al otro lado de la cortina, lo cual la hizo detenerse y permanecer callada, atenta a sus palabras.
▬ Sí, está saliendo todo como lo planeaste. No. ¿Sentimentalismo? No me hagas reír. ▬ Al parecer hablaba con una persona por teléfono. Annie, curiosa, se acercó más hacia el lado de él, pero entonces, sin darse cuenta había hecho caer un champú. Por lo cual se quedó inmóvil, rogando que él se fuera y no la encontrase allí, como una niña pequeña espiando. Pero entonces, escuchó como Liam decía que la llamaría después y al poco, corrió la cortina de una sola vez. Ella se quedó quieta, pensando en una excusa para decirle, sin saber muy bien que inventarle, mientras que él alzaba una ceja, con una sonrisa burlona.
▬ ¿No te han dicho que escuchar conversaciones ajenas no está bien, Ann?
La muchacha tragó saliva y asintió, apartando los nervios de su mente, para poder contestar con claridad.
▬ No te estaba escuchando. Yo.. yo estaba..
▬ Claro, lo entiendo. Estabas admirando la ducha de André. ▬ La interrumpió, borrando la sonrisa, usando un tono bastante irónico.
Entonces, en la puerta se escuchó la voz de André y al poco, giró el picaporte. Annie nerviosa, atrajo de la camisa a Liam hacia la ducha y cerró la cortina con nerviosismo. Si alguien les llegaba a encontrar así, podría pensar cualquier cosa y ahora mismo no necesitaba aquello.
▬ Sí, voy a bañarme. A ver si se me baja un poco todo. ▬ Se le escucha decir a André al otro lado de la cortina, cuando de repente, su mano pasó por un extremo de la misma, tanteando el grifo, lo que hizo que Liam se quedase más cerca de Annie en el otro extremo, y al poco, la ducha se encontraba abierta y el agua cayendo sobre ellos. Ella se disponía a quejarse por lo fría que estaba el agua cuando este tapó su boca con la mano, empujándola con suavidad contra la pared, haciendo así que ambos cuerpos se juntasen.
▬ ¡Espérame! ▬ Se escuchó la voz de Norah y al poco, André salió del baño para dirigirse a la habitación seguramente a buscar una toalla y encontrarse con su novia.
A todo esto, la lluvia había mojado tanto el cuerpo de Liam como el de Annie, los cuales se encontraban a una distancia preocupante, o al menos preocupante para ella y su poco control del momento. Liam ya había apartado la mano de su rostro, dejando que sus labios quedasen a corta distancia, alternando la mirada entre los labios y los ojos de ella. Lo cierto era que el cuerpo marcado por la ropa mojada de Liam, hacia que el deseo de Annie incrementase en cantidad, lo que logró que su respiración se agitase, sin ni siquiera haber sido tocada por él.
▬ ¿Será mejor que salgamos de aquí, no? ▬ Murmuró ella, observando tanto sus labios, como sus pupilas. Entonces él se acercó y murmuró en su oído.
▬ Hm, ¿tú crees? Yo creo que una duchita no nos vendría nada mal. ▬ Su tono era ciertamente burlón y desafiante. Tras murmurar dichas palabras, agachó la cabeza y deslizó su lengua por el cuello de esta, lo cual la hizo estremecer y suspirar. Entonces, sin darse cuenta, la mano de Liam se había colado entre su vestido y había hecho que su pierna se elevase hasta la cintura de él, y allí, deslizó la mano sobre su muslo, haciendo presión en este, con diversión. Mientras que Annie, sin poder evitarlo, jadeó en su oído, deseando que este la tocase.
▬ Shh, cierra los ojos. ▬ Susurro al oído de Annie, con voz ronca. Y ella, sin darse cuenta, le hizo caso, sintiendo como este hacia más presión en su muslo y a su vez, mordía con brusquedad su cuello, cosa que no hacía más que excitarla y hacer que jadease con más fuerza.
 Pero entonces, una voz la hizo salir de todo aquello.
▬ ¿Annie? ¿Estás bien? ▬ Era Ryan, su hermano. Estaba sentada sobre la silla, seca por completo y con cara de preocupación. Alarmada, se levantó de la silla y busco con la mirada a Liam, el cual, había desaparecido. Con rapidez asintió a su hermano y se dirigió a una habitación, estaba molesta, confundida. ¿Otra vez? Esto no podía ser cierto. Y antes de ponerse a debatir si había sido un sueño o qué, se quedó quieta frente al espejo, observando una marca en su cuello, la marca que le había hecho Liam. Y entonces, no tuvo duda. Aquello había ocurrido, había ocurrido de verdad. Pero.. ¿Qué había pasado entonces?

viernes, 14 de diciembre de 2012

Wicked game.

La luna llena era algo que podía destacarse en el cielo nocturno, no sin agregar claro, un centenar de estrellas brillando a su alrededor y como no, un poco de neblina también, pero no la suficiente como para cubrir su luz. Annie, Lilith y Wendy, ambas amigas, se encontraban caminando por la calle a altas horas de la madrugada, cada una con una botella de cerveza en la mano. Las tres se dirigían a casa de un amigo de ellas, el cual vivía a unas manzanas de la casa de Lilith. A penas tardaron en llegar a su destino y cuando lo hicieron, tocaron la puerta varias veces, pero sin obtener respuesta. Tocaron nuevamente y allí estaban Norah y André, sus dos amigos, los cuales eran pareja. Se apresuraron a entrar en la casa, recorriendo un extenso pasillo y después, entraron como si de su casa se tratase, dejando las botellas en la mesa, fijándose en que también se encontraban dos personas más; Ryan y Liam. Ryan era el hermano de Annie y Liam un amigo con el cual la anterior nombrada había platicado alguna que otra vez, mientras que para Lilith y Wendy, era un completo conocido.
La noche transcurrió lenta y calmada, con varias botellas de alcohol distribuidas por la mesa. Lo cierto era que habían bebido todos bastante, pero parecía que nunca era suficiente. Lilith, la mayor de las tres, se había recostado en una de las habitaciones de la casa, ya que los efectos del alcohol habían podido con ella. De mientras, Norah y André se habían encerrado en el baño, haciendo lo que siempre solían hacer; liarse. Por ello solo habían quedado cuatro personas; Wendy, Annie, Liam y Ryan. Wendy, su amiga más "traviesa" por así decirlo, no había tenido mejor idea que comenzar una guerra de agua en la casa del pobre André. Por lo cual, ambos cuatro se encontraban escondiéndose uno de otro, corriendo de un lado a otro, hasta que las dos muchachas tuvieron la idea de esconderse fuera, por lo que ellos preocupados comenzaron a buscarlas. Annie se encontraba tras un árbol escondida, aguantando la risa para que ninguno de los muchachos la escuchara, cuando de pronto una sombra hizo que se sobresaltase y diese un pequeño brinco hacia atrás y de esa forma, quedase con la espalda pegada al tronco. Entonces Liam surgió de entre las sombras, con una sonrisa divertida y aquella mirada, aquella mirada juguetona suya. Los nervios se apoderaron de la muchacha por unos escasos segundos, hasta que pudo articular palabra nuevamente.
▬ ¿No te han dicho que asustar a las señoritas está mal? ▬ Comentó ella, ya sin ningún rastro de exaltación en la expresión.

Él, que parecía divertido por el momento, colocó ambos brazos alrededor de su cintura, cortándole el paso. Para después, inclinarse ligeramente y murmurar contra su oído.
▬ Sí, me lo han dicho, pero aprender ya sabes que no es lo mío.
▬ ¿Y si me dejas salir? ▬ Propuso, dedicando una corta mirada hacia ambos manos del muchacho.
▬ ¿Y si no quiero? ▬ Dijo él, colocando su rostro frente a ella, a una escasa distancia.
Annie al instante dejo ver una sonrisa traviesa y dio un paso desafiante, y luego otro igual, hasta que el cuerpo de él quedaba tan cerca que sus pechos casi se chocaban. Después se sorprendió para sus adentros, debido a que no se había percatado de que este iba sin camiseta y además, con el pelo mojado al igual que el de ella. Aquello hizo que sus hormonas se alterasen ligeramente. Lo cierto era que no era la primera vez que tenían esa tensión entre ambos, pero si era la primera vez que poseían esa tensión bajo los efectos del alcohol, lo cual en el caso de ella no hacia más que aumentar el deseo que sentía hacia él. En ese momento no se le paso por la cabeza un segundo su hermano, el cual le había prohibido tanto a él como ella el mínimo contacto entre ambos, por ello, ella jamás había pensado que llegarían a estar así, tan cerca el uno del otro. Con cierto atrevimiento, subió las manos hasta sus hombros y comenzó a deslizar la yema de sus dedos hasta llegar a las manos de él. Al hacer eso, este aflojó las manos y ella pudo apartarlas, dejándolas sueltas al poco tiempo. Pero antes de apartarse de Liam, elevó ligeramente su cabeza y se percató de que sus labios estaban demasiado cerca, y esta vez pudo ver en la mirada del muchacho los mismo sentimientos de deseo que sentía ella. De forma pícara, elevó nuevamente sus manos hasta su pecho, acariciando este con las uñas, a la vez que daba un ligero roce con los labios de él. Y en el momento que este estaba a punto de besarla, ella se apartó y caminó varios pasos en dirección a la casa de André.
▬ ¿Vamos? ▬ Dijo con tono burlón, a la vez que escuchaba los gritos de su hermano, llamándola desde la puerta.
Caminaron juntos hasta la puerta y ella observaba de vez en cuando a Liam, el cual tenía una extrañaba expresión y un brillo en la mirada, lo que quería decir que escondía algo. Con prisa su hermano y Wendy entraron en el lugar, y entonces, con caballerosidad Liam la dejó pasar primero y caminó detrás suya por el extenso pasillo, cuando de pronto ella sintió como un brazo rodeaba de pronto su cintura y al poco, el tacto frío de unas yemas recorrer su viente, lo que provocó un estremecimiento en ella, en parte por el contacto y además por las palabras que este acababa de murmurarle al oído. "Esto no quedará así, Annie."
Tras ese momento de tensión, entraron nuevamente en la casa y ella, se apresuró a abrir una lata de cerveza y colocarla sobre la encimera. Cogió un vaso del armario y se dispuso a servirse y a pensar, sin embargo, su estado de "tranquilidad" duró menos de lo esperado, ya que fue interrumpida por las palabras que le decía su hermano. Pasaron un largo rato así, escuchando las anécdotas de Ryan y lanzándose miradas entre ellos. Hasta que Wendy tiró del hermano de Annie hacia fuera de la casa y este, se disculpaba con la cabeza, como diciendo que necesitaba tener un momento a solas con ella. Entonces estaban allí nuevamente; Annie y Liam solos. Annie se apresuró a abrir nuevamente una cerveza y comenzó a servirse, cuando de pronto apareció el muchacho a su lado.
▬ ¿Quieres? ▬ Le preguntó ella, terminando de servir la cerveza.
Él le dedicó una mirada juguetona y entonces, todo sucedió muy rápido. Liam la había acorralado contra la pared, justo al lado de la nevera, cuestión de que si entraba el hermano de ella no podía verlos. Con rapidez había pegado ambos cuerpos y sus manos, acariciaban la piel suave de ella, a la vez que esta colocaba las manos sobre su espalda, haciendo presión por donde pasaba. Y ocurrió. Sus labios se chocaron y besaron entre sí con desesperación, como si hubiesen estado esperando aquel momento mucho tiempo, a la vez que sin darse cuenta, Annie subía ambas piernas hasta quedar enganchada a la cintura de él y apoyada sobre la encimera en un rápido acto. Las lenguas de ambos se enredaban entre sí, pero entonces este bajó sus labios y comenzó a besar su cuello sin control a la vez que sus manos presionaban sus muslos, lo que provocó que varios jadeos saliesen de la boca de ella mientras cerraba sus ojos y echaba la cabeza hacia atrás, a la vez que por instinto arañaba su espalda, deseando desprenderse tanto de la ropa que tenía como de la que le quedaba a él, cuando de pronto abrió los ojos al dejar de sentir contacto y se sobresaltó. Se encontraba sentada en una silla frente a Liam, con un vaso de cerveza en la mano y con la respiración acelerada. No comprendía lo que le había ocurrido. Hace un momento ella se encontraba siendo presa del deseo que sentía por la persona que tenía enfrente y de pronto, era como si todo aquello lo hubiese soñado, mientras que este la observaba con una mirada divertida y una sonrisa burlona.


miércoles, 12 de diciembre de 2012

Sad but true.

Y aquí estoy otra vez, siempre igual, evadiéndome de la realidad. ¿Sabéis una cosa? A veces aparento que las cosas no me importan, que no las recuerdo, que no me interesan.. Pero no es así. ¿Y por qué hago eso? Simplemente, para evadirme. No es que no recuerde las cosas, es que mi cabeza las guarda en un lugar secreto, mi cabeza impide que las piense. No porque me dan igual, si no, más bien lo contrario. Me importan. Pero las evito porque siempre me hacen ponerme mal. Y lo considero egoísta. Porque, debería pararme a pensar en las cosas de los demás, aun que también haga eso con las mías, evitarlas. Aun que al fin y al cabo, eso no sirve de nada. Pero, ¿cómo hacer entender eso? Tantas veces sufrí de más, tantas veces me preocupé por cosas que lo único que conseguían eran rayarme, ya que no podía cambiar nada, que ahora es como si tuviese una coraza o algo que quiere evitar cualquier mínimo sufrimiento o tristeza. Pero sin embargo, eso no evita que me sienta egoísta. Las realidades hay que enfrentarlas, no evitarlas. Aun que claro, ¿quién no quiere apartar cualquier pensamiento y hacer como si todo fuese bien? Pero por mucho que lo intentes, créeme, tarde o temprano debes volver a realidad.
























"Triste pero cierto."

martes, 11 de diciembre de 2012

Welcome to the jungle.

¡Buenas!
Lo que voy a hacer es una breve introducción. Este blog lo he creado, principalmente para escribir cualquier cosa que se me pase por la cabeza, realidades, sueños, pensamientos, etc. Aun que más que nada para desahogarme, como mucho de vosotros hacéis. No es mi primer blog y dudo mucho que sea el último, puesto que me aburro de mis blogs con facilidad o se me ocurren ideas diferentes y demás. No diré mi nombre, pero podéis llamarme Annie. Y poco más debo decir, gracias por leerme, si es que alguien me lee.
¡Hasta otra!