viernes, 14 de diciembre de 2012

Wicked game.

La luna llena era algo que podía destacarse en el cielo nocturno, no sin agregar claro, un centenar de estrellas brillando a su alrededor y como no, un poco de neblina también, pero no la suficiente como para cubrir su luz. Annie, Lilith y Wendy, ambas amigas, se encontraban caminando por la calle a altas horas de la madrugada, cada una con una botella de cerveza en la mano. Las tres se dirigían a casa de un amigo de ellas, el cual vivía a unas manzanas de la casa de Lilith. A penas tardaron en llegar a su destino y cuando lo hicieron, tocaron la puerta varias veces, pero sin obtener respuesta. Tocaron nuevamente y allí estaban Norah y André, sus dos amigos, los cuales eran pareja. Se apresuraron a entrar en la casa, recorriendo un extenso pasillo y después, entraron como si de su casa se tratase, dejando las botellas en la mesa, fijándose en que también se encontraban dos personas más; Ryan y Liam. Ryan era el hermano de Annie y Liam un amigo con el cual la anterior nombrada había platicado alguna que otra vez, mientras que para Lilith y Wendy, era un completo conocido.
La noche transcurrió lenta y calmada, con varias botellas de alcohol distribuidas por la mesa. Lo cierto era que habían bebido todos bastante, pero parecía que nunca era suficiente. Lilith, la mayor de las tres, se había recostado en una de las habitaciones de la casa, ya que los efectos del alcohol habían podido con ella. De mientras, Norah y André se habían encerrado en el baño, haciendo lo que siempre solían hacer; liarse. Por ello solo habían quedado cuatro personas; Wendy, Annie, Liam y Ryan. Wendy, su amiga más "traviesa" por así decirlo, no había tenido mejor idea que comenzar una guerra de agua en la casa del pobre André. Por lo cual, ambos cuatro se encontraban escondiéndose uno de otro, corriendo de un lado a otro, hasta que las dos muchachas tuvieron la idea de esconderse fuera, por lo que ellos preocupados comenzaron a buscarlas. Annie se encontraba tras un árbol escondida, aguantando la risa para que ninguno de los muchachos la escuchara, cuando de pronto una sombra hizo que se sobresaltase y diese un pequeño brinco hacia atrás y de esa forma, quedase con la espalda pegada al tronco. Entonces Liam surgió de entre las sombras, con una sonrisa divertida y aquella mirada, aquella mirada juguetona suya. Los nervios se apoderaron de la muchacha por unos escasos segundos, hasta que pudo articular palabra nuevamente.
▬ ¿No te han dicho que asustar a las señoritas está mal? ▬ Comentó ella, ya sin ningún rastro de exaltación en la expresión.

Él, que parecía divertido por el momento, colocó ambos brazos alrededor de su cintura, cortándole el paso. Para después, inclinarse ligeramente y murmurar contra su oído.
▬ Sí, me lo han dicho, pero aprender ya sabes que no es lo mío.
▬ ¿Y si me dejas salir? ▬ Propuso, dedicando una corta mirada hacia ambos manos del muchacho.
▬ ¿Y si no quiero? ▬ Dijo él, colocando su rostro frente a ella, a una escasa distancia.
Annie al instante dejo ver una sonrisa traviesa y dio un paso desafiante, y luego otro igual, hasta que el cuerpo de él quedaba tan cerca que sus pechos casi se chocaban. Después se sorprendió para sus adentros, debido a que no se había percatado de que este iba sin camiseta y además, con el pelo mojado al igual que el de ella. Aquello hizo que sus hormonas se alterasen ligeramente. Lo cierto era que no era la primera vez que tenían esa tensión entre ambos, pero si era la primera vez que poseían esa tensión bajo los efectos del alcohol, lo cual en el caso de ella no hacia más que aumentar el deseo que sentía hacia él. En ese momento no se le paso por la cabeza un segundo su hermano, el cual le había prohibido tanto a él como ella el mínimo contacto entre ambos, por ello, ella jamás había pensado que llegarían a estar así, tan cerca el uno del otro. Con cierto atrevimiento, subió las manos hasta sus hombros y comenzó a deslizar la yema de sus dedos hasta llegar a las manos de él. Al hacer eso, este aflojó las manos y ella pudo apartarlas, dejándolas sueltas al poco tiempo. Pero antes de apartarse de Liam, elevó ligeramente su cabeza y se percató de que sus labios estaban demasiado cerca, y esta vez pudo ver en la mirada del muchacho los mismo sentimientos de deseo que sentía ella. De forma pícara, elevó nuevamente sus manos hasta su pecho, acariciando este con las uñas, a la vez que daba un ligero roce con los labios de él. Y en el momento que este estaba a punto de besarla, ella se apartó y caminó varios pasos en dirección a la casa de André.
▬ ¿Vamos? ▬ Dijo con tono burlón, a la vez que escuchaba los gritos de su hermano, llamándola desde la puerta.
Caminaron juntos hasta la puerta y ella observaba de vez en cuando a Liam, el cual tenía una extrañaba expresión y un brillo en la mirada, lo que quería decir que escondía algo. Con prisa su hermano y Wendy entraron en el lugar, y entonces, con caballerosidad Liam la dejó pasar primero y caminó detrás suya por el extenso pasillo, cuando de pronto ella sintió como un brazo rodeaba de pronto su cintura y al poco, el tacto frío de unas yemas recorrer su viente, lo que provocó un estremecimiento en ella, en parte por el contacto y además por las palabras que este acababa de murmurarle al oído. "Esto no quedará así, Annie."
Tras ese momento de tensión, entraron nuevamente en la casa y ella, se apresuró a abrir una lata de cerveza y colocarla sobre la encimera. Cogió un vaso del armario y se dispuso a servirse y a pensar, sin embargo, su estado de "tranquilidad" duró menos de lo esperado, ya que fue interrumpida por las palabras que le decía su hermano. Pasaron un largo rato así, escuchando las anécdotas de Ryan y lanzándose miradas entre ellos. Hasta que Wendy tiró del hermano de Annie hacia fuera de la casa y este, se disculpaba con la cabeza, como diciendo que necesitaba tener un momento a solas con ella. Entonces estaban allí nuevamente; Annie y Liam solos. Annie se apresuró a abrir nuevamente una cerveza y comenzó a servirse, cuando de pronto apareció el muchacho a su lado.
▬ ¿Quieres? ▬ Le preguntó ella, terminando de servir la cerveza.
Él le dedicó una mirada juguetona y entonces, todo sucedió muy rápido. Liam la había acorralado contra la pared, justo al lado de la nevera, cuestión de que si entraba el hermano de ella no podía verlos. Con rapidez había pegado ambos cuerpos y sus manos, acariciaban la piel suave de ella, a la vez que esta colocaba las manos sobre su espalda, haciendo presión por donde pasaba. Y ocurrió. Sus labios se chocaron y besaron entre sí con desesperación, como si hubiesen estado esperando aquel momento mucho tiempo, a la vez que sin darse cuenta, Annie subía ambas piernas hasta quedar enganchada a la cintura de él y apoyada sobre la encimera en un rápido acto. Las lenguas de ambos se enredaban entre sí, pero entonces este bajó sus labios y comenzó a besar su cuello sin control a la vez que sus manos presionaban sus muslos, lo que provocó que varios jadeos saliesen de la boca de ella mientras cerraba sus ojos y echaba la cabeza hacia atrás, a la vez que por instinto arañaba su espalda, deseando desprenderse tanto de la ropa que tenía como de la que le quedaba a él, cuando de pronto abrió los ojos al dejar de sentir contacto y se sobresaltó. Se encontraba sentada en una silla frente a Liam, con un vaso de cerveza en la mano y con la respiración acelerada. No comprendía lo que le había ocurrido. Hace un momento ella se encontraba siendo presa del deseo que sentía por la persona que tenía enfrente y de pronto, era como si todo aquello lo hubiese soñado, mientras que este la observaba con una mirada divertida y una sonrisa burlona.


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