La conmoción de lo que había ocurrido el otro día aun la tenía algo presa, puesto que no sabía muy bien que había pasado y aquello la perturbaba lo suficiente como para quedarse pensando, horas y horas. Sentía como si aquello hubiese sido un sueño, pero no, sabía que lo había vivido, que lo había sentido. O al menos, eso quería creer. A la vez que divagaba entre sus pensamientos, caminaba nuevamente hacia la casa de André. Hoy por la noche volverían a reunirse, tal y como habían hecho la semana pasada. Al llegar, Wendy y Norah pasaron primeramente, Wendy como no iría a buscar al hermano de Annie, mientras que Norah iría a buscar a André. Annie al entrar, se topó con Liam. Ambos intercambiaron una rápida mirada y acto seguido, este cerró la puerta y ella se apresuró a entrar en la casa, saludando a sus amigos y a su hermano, poniéndose al instante, todos a beber y a escuchar música, como solían hacer cada vez que se reunían. Como siempre, Norah se encontraba sentada sobre André, besándose o murmurándose cosas al oído, mientras que Wendy miraba al hermano de Annie con cara de enamorada y él, la miraba más bien sin interés. Annie sentía la mirada fija de Liam en su espalda, lo cual era bastante molesto y agobiante, parecía que estaba esperando su reacción, aun que ella no entendía muy bien que era exactamente lo que esperaba que hiciera o dijera. Desde el otro día a penas habían hablado, quizás un hola o adiós, pero poco más.
Tras varias botellas de cervezas abiertas y bebidas cada una hasta que en esta no quedaba nada, acabaron por quedarse sin alcohol, por lo que Ryan y Wendy, pensaron en ir a comprar, para así poder seguir con la noche. Aun que era algo tarde, exactamente las cuatro de la madrugada, ambos supusieron que encontrarían algo abierto, aun que lo que era obvio era que buscaban estar a solas, o más bien, ella buscaba estar a solas con él. Luego de darles el dinero, salieron por la puerta y se perdieron en el pasillo de la casa de André.
Annie, ya sintiéndose acalorada, se escabulló al baño. Al entrar, cerró la puerta tras sí con delicadeza y se observo ante el espejo. Sus mejillas se encontraban ligeramente coloradas, lo cual significaba que el alcohol había comenzado a hacer mella en ella. Se quedó mirándose un largo rato, pensando en cómo hacer para preguntarle qué había pasado el otro día a Liam, pero, ¿y si solo había sido un sueño o imagen suya? Quedaría como una loca y no quería eso. En un vistazo rápido vio como se giraba el picaporte y se sobresaltó, metiéndose con rapidez en la ducha y corriendo la cortina apresuradamente, colocándose contra la pared y permaneciendo en silencio. La puerta del baño se abrió y entonces, se sintió estúpida. Estaba en la casa de uno de sus amigos y solo se encontraban sus amigos en el lugar, ¿por qué iba a esconderse de ellos? Se dispuso a salir cuando de pronto escuchó la voz de Liam al otro lado de la cortina, lo cual la hizo detenerse y permanecer callada, atenta a sus palabras.
▬ Sí, está saliendo todo como lo planeaste. No. ¿Sentimentalismo? No me hagas reír. ▬ Al parecer hablaba con una persona por teléfono. Annie, curiosa, se acercó más hacia el lado de él, pero entonces, sin darse cuenta había hecho caer un champú. Por lo cual se quedó inmóvil, rogando que él se fuera y no la encontrase allí, como una niña pequeña espiando. Pero entonces, escuchó como Liam decía que la llamaría después y al poco, corrió la cortina de una sola vez. Ella se quedó quieta, pensando en una excusa para decirle, sin saber muy bien que inventarle, mientras que él alzaba una ceja, con una sonrisa burlona.
▬ ¿No te han dicho que escuchar conversaciones ajenas no está bien, Ann?
La muchacha tragó saliva y asintió, apartando los nervios de su mente, para poder contestar con claridad.
▬ No te estaba escuchando. Yo.. yo estaba..
▬ Claro, lo entiendo. Estabas admirando la ducha de André. ▬ La interrumpió, borrando la sonrisa, usando un tono bastante irónico.
Entonces, en la puerta se escuchó la voz de André y al poco, giró el picaporte. Annie nerviosa, atrajo de la camisa a Liam hacia la ducha y cerró la cortina con nerviosismo. Si alguien les llegaba a encontrar así, podría pensar cualquier cosa y ahora mismo no necesitaba aquello.
▬ Sí, voy a bañarme. A ver si se me baja un poco todo. ▬ Se le escucha decir a André al otro lado de la cortina, cuando de repente, su mano pasó por un extremo de la misma, tanteando el grifo, lo que hizo que Liam se quedase más cerca de Annie en el otro extremo, y al poco, la ducha se encontraba abierta y el agua cayendo sobre ellos. Ella se disponía a quejarse por lo fría que estaba el agua cuando este tapó su boca con la mano, empujándola con suavidad contra la pared, haciendo así que ambos cuerpos se juntasen.
▬ ¡Espérame! ▬ Se escuchó la voz de Norah y al poco, André salió del baño para dirigirse a la habitación seguramente a buscar una toalla y encontrarse con su novia.
A todo esto, la lluvia había mojado tanto el cuerpo de Liam como el de Annie, los cuales se encontraban a una distancia preocupante, o al menos preocupante para ella y su poco control del momento. Liam ya había apartado la mano de su rostro, dejando que sus labios quedasen a corta distancia, alternando la mirada entre los labios y los ojos de ella. Lo cierto era que el cuerpo marcado por la ropa mojada de Liam, hacia que el deseo de Annie incrementase en cantidad, lo que logró que su respiración se agitase, sin ni siquiera haber sido tocada por él.
▬ ¿Será mejor que salgamos de aquí, no? ▬ Murmuró ella, observando tanto sus labios, como sus pupilas. Entonces él se acercó y murmuró en su oído.
▬ Hm, ¿tú crees? Yo creo que una duchita no nos vendría nada mal. ▬ Su tono era ciertamente burlón y desafiante. Tras murmurar dichas palabras, agachó la cabeza y deslizó su lengua por el cuello de esta, lo cual la hizo estremecer y suspirar. Entonces, sin darse cuenta, la mano de Liam se había colado entre su vestido y había hecho que su pierna se elevase hasta la cintura de él, y allí, deslizó la mano sobre su muslo, haciendo presión en este, con diversión. Mientras que Annie, sin poder evitarlo, jadeó en su oído, deseando que este la tocase.
▬ Shh, cierra los ojos. ▬ Susurro al oído de Annie, con voz ronca. Y ella, sin darse cuenta, le hizo caso, sintiendo como este hacia más presión en su muslo y a su vez, mordía con brusquedad su cuello, cosa que no hacía más que excitarla y hacer que jadease con más fuerza.
Pero entonces, una voz la hizo salir de todo aquello.
▬ ¿Annie? ¿Estás bien? ▬ Era Ryan, su hermano. Estaba sentada sobre la silla, seca por completo y con cara de preocupación. Alarmada, se levantó de la silla y busco con la mirada a Liam, el cual, había desaparecido. Con rapidez asintió a su hermano y se dirigió a una habitación, estaba molesta, confundida. ¿Otra vez? Esto no podía ser cierto. Y antes de ponerse a debatir si había sido un sueño o qué, se quedó quieta frente al espejo, observando una marca en su cuello, la marca que le había hecho Liam. Y entonces, no tuvo duda. Aquello había ocurrido, había ocurrido de verdad. Pero.. ¿Qué había pasado entonces?
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