miércoles, 1 de enero de 2014
Beyond the depth.
Había una vez dos almas, una era blanca como las nubes y la otra oscura, como los días de tormenta. Se podría decir que formaban el ying y el yang, como era de esperar la blanca representaba el bien, y la oscura, el mal. Pero en si, ¿qué tan mala podía ser aquella alma, o qué tan buena podía ser la otra? Nadie lo sabía. Aproximadamente, cien años después ambas almas tomaron posesión de determinados cuerpos. El muchacho, que representaba el alma oscura, y la muchacha, que representaba el alma blanca. Dios no había previsto que ambos se encontrasen, ya que los había situado en lugares muy lejanos y diferentes, creyendo que sería imposible que entre tantas personas que vivían en los reinos, se reconociesen. Lo que no sabía era que los lazos de unión eran mucho más fuerte de lo que creía, que podían contra todo, incluso con el peor de los huracanes. Y así fue, como ambos se encontraron. Al principio fueron desconocidos, cruzaban alguna que otra mirada y con suerte alguna palabra, pero poco a poco, lograron conocerse. Dios, indignado, puso a prueba su unión o más bien su amor infinitas veces, dejando rastros de sufrimiento, de tristeza. A lo largo de los siglos, iban encontrándose en diferentes planos, siendo siempre atormentados, a veces la muchacha moría y otras veces era el muchacho quien lo hacia. Después de varias vidas de sufrimiento y dolor, pasó un largo tiempo en el que aquellas dos almas no volvieron a encontrarse. Sin embargo, el día menos esperado, la muchacha volvió a encontrar al muchacho. Ambos se encontraban perdidos, incompletos. No comprendían que era lo que les ocasionaba tanto dolor. Hasta que al verse lo supieron. Supieron que era esa persona a la que habían buscado, por la que tanto habían sufrido y tenían en claro que nada más los volvería a separar. Se diría que fue la típica historia del ángel y el demonio, y no fue para menos. En el cielo se ocasionó una gran guerra, que casi acabó por destruir todo el universo, pero luego todo se comprendió. Se comprendió que el alma oscura, al que consideraban mala, podía ser buena y que el alma blanca, a la que consideraban buena, también podía ser mala. Y que separados, eran lo peor de si mismos y juntos, eran el amor más puro.
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¡Pero que bonito es el yingyang!
ResponderEliminarUn saludo ♥
http://therewillbenomiracles.blogspot.com.es/
¡Gracias! Saludos, te sigo.
EliminarBonito! Me gusta como escribes!
ResponderEliminarAcabo de descubrirte ;)
Ya el diseños en sí me atrae. Y cómo escribes también.
Me gusta mucho, inspirador.
Te sigo, ¿me sigues?
http://decisioneseverywhere.blogspot.com.es
Soy nueva y estoy descubriendo lo que escribe la gente... ¡es genial!
Un gran beso ;)
Agradezco lo que me dices, en verdad, ¡gracias!
EliminarSip, te sigo. Saludos :3